SALMOS 1
LIBRO I
El Justo y los pecadores.
Este es un salmo de sabiduría en esencia, nos habla de las personas, caminos, y su destino final, su fruto y nos separa en dos grupos de personas: los piadosos y los impíos y su fruto.
Bienaventurado es aquel que es bendecido por Dios, el que evita asociarse con los impíos y sus negocios. NI ósea es la negación: “no lo hace, no lo busca no desea nada de eso”. Escarnecedores (escarnecedor): Definición. El significado bíblico de escarnecedor proviene del sufijo verbal ‘Escar’ junto con el verbo antiguo escarnio, la cual señala el carácter, una marca personal, fallecer y permanecer. Estos vienen del gótico skaírnjan, que hace referencia a burlarse o mofarse de la risa. Las palabras, escarmentar y escarnecer, proviene de escarnecedor.
Versículo 1: “Bienaventurado (dejar de tarea Mateo 5: 3-11) el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado”: Este Salmo comienza con una bendición: (Gálatas 6:7-8). a todo aquel que este apartado del pecado, la diferencia entre el camino de los justos y el camino de los impíos, así como el resultado de la COSECHA de andar en el camino del bien (con Cristo) o el camino del impío (camino del pecado), recordando que, en la vida cristiana, no se puede andar en ambos caminos sin consecuencias. Por eso debes elegir cual camino quieres seguir. Por lo tanto, la palabra bienaventurado significa bendecido, un individuo de profundo gozo” aquella persona que vive bajo el agrado y el favor de Dios.) (Jeremías 17:5-8) Este versículo nos enseña, que el hombre que es feliz es aquel que no practica el pecado, ni participa de las cosas que hacen los pecadores, sino que se aleja de los malos caminos. Y si por algún motivo, comete algún pecado se arrepiente porque quiere alejarse del mal y agradar a Dios. Cuando dice que “no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado”. (Deuteronomio 28:6) Se refiere a la persona que no participa de las cosas corrompidas o inmorales del mundo. De tal manera, que, si tenemos que tratar con personas que practican el pecado, tiene que ser para influenciarlos de manera positiva por nuestro testimonio, mostrarles la gracia de Dios y predicarles el camino de Salvación por medio de Cristo (Romanos 10:10). La Biblia resalta el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, de cómo era una buena influencia y luz a los pecadores, pero nunca participo de sus obras. Por otro lado, siempre los guío al arrepentimiento, mostrando la gracia. Por esta razón, el hombre sabio es aquel que teme a Dios y guarda sus mandamientos. Esta persona será feliz y bienaventurada.
Versículo 2: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Solo por medio de la Palabra llegamos al conocimiento del Dios de la Palabra”: Es en la meditación de la Palabra de Dios que podemos llegar a ser hombres y mujeres piadosos y felices. (Este versículo se refiere al hombre que se aleja de los malos caminos, encuentra en la palabra de Dios su delicia. Tiene hambre y sed de ella, y la convierte en su alimento espiritual. (Romanos 7:22) Un ejemplo que resalta la Biblia, fue como Dios habló a Josué diciendo: «Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Josué 1:8). Por esta razón, cuando se medita, guarda y se pone por obra el consejo de Dios siempre será de bendición en el camino del hombre. La palabra «meditar» se refiere a reflexionar y pensar con detenimiento, en este caso, en la palabra de Dios. De esta manera, el hombre podrá encontrar los tesoros escondidos que se encuentran en las santas en las escrituras y poner en práctica el consejo de Dios.
Versículo 3: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”: En este versículo, las corrientes de agua simbolizan la palabra de Dios, la cual es la que da vida a nuestro ser (Juan 6:63). De igual manera como un árbol junto al río, sus raíces se nutren del agua que absorbe para su crecimiento, lo mismo ocurre con el creyente que se alimenta de la Palabra de Dios, crece en su vida espiritual y da frutos para Dios. Estos frutos espirituales son los que habla Gálatas 5:22-23, «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza».
Versículo 4: “No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento”. (Salmo 35:5): Este versículo nos muestra la diferencia que hay entre el hombre de Cristo y el hombre malvado (aquel que nunca se arrepintió sus pecados, ni acepto a Cristo). Este último no dará los mismos frutos, porque su fin es de perdición. El final del hombre malvado es como una pelusa que arrebata el viento. Nunca edificó su vida sobre la roca, la cual es Jesucristo. Por el contrario, construyó su vida sobre arena movediza, de esta manera, sus malas obras no permanecen.) (Jeremías 13:24) Tamo: tip, TIPO ALIM vet, El residuo del grano trillado y aventado, la cáscara del trigo. Se usa para expresar simbólicamente aquello que es fácilmente consumido por el fuego o llevado por el viento, de personas indignas (Salmos 1:4) «No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento». «Sean como el tamo delante del viento, Y el ángel de Jehová los acose». «Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino». «Por tanto, yo los esparciré al viento del desierto, como tamo que pasa».
Versículo 5: “Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos” El juicio de Dios se levantará en contra de todos los malvados, que son aquellos que nunca creyeron en Jesucristo, ni se arrepintieron de sus pecados (Ap. 20:11-15). La Biblia dice que serán juzgados severamente: «Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21:8).
Versículo 6: “Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá” (Juan 3:18). Por último, el salmo termina diciendo que los justos son personas que tienen el favor de Dios. El Señor cuida su camino y está atento a sus oraciones. Él se ocupa de los detalles de la vida de aquellos le creen, le buscan de todo corazón y quieren recibir sus bendiciones. Por otro lado, El Señor no se ocupa, no conoce y ni tampoco atiende el camino de los perversos. Por lo tanto, el camino del hombre que rechaza a Cristo termina mal. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios
(Ro 5:3-5) “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”
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Fuente: Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.